viernes, 14 de abril de 2017

Los enamorados, el amor, el matrimonio y las decisiones.




Hace no mucho tiempo vi una ardua polémica entre dos tarotistas con respecto al "verdadero" significado del arcano VI, llamado "el enamorado" , "los enamorados" o "los amantes". Los dos significados clásicos de esta carta son "decisión" para el tarot de Marsella y "Amor" para el mazo de Rider. Waite, en su "Pictorial key to Tarot" incluso es más específico, señalando que esta carta reemplaza a la antigua carta del matrimonio. Pero ¿son realmente tan dispares estos significados?

El amor es misterioso. Difícil de definir, ha sido descrito por la literatura desde el inicio de la historia. Esa fascinación tiene que ver con su transversalidad y su capacidad de transformación. El amor es una experiencia tremenda en la vida de un ser humano, tanto, que a ojos de quien no la ha vivido puede parecer irracional, absurda, cuyo único sustento es la fe, como sugiere el ángel, sólo explicable por la intervención divina.

Y el amor es todo eso. Es irracional, desde que no es resultado de un análisis lógico, es un impulso que se da naturalmente hacia un otro sin importar si es bueno o malo o hace cuánto tiempo le conocemos, es movido por la esperanza de su bienestar por sobre el nuestro, algo tan infrecuente en la egocéntrica naturaleza humana que podemos aceptar la posibilidad de que nos acerque a aquello que puede definirse como divino. Es fruto a su vez de la inocencia, que nos permite embarcarnos en él; y de la madurez más profunda, cuando comprendemos su significado y sentido. A.E. Waite escribe que la carta representa el amor antes de que sea contaminado por el deseo, es el ágape griego.

En la perspectiva humana, el amor es también como se interpreta tradicionalmente en la iconografía marsellesa: una pulsión entre la virtud y la corrupción. Es una encrucijada perpetua y llena de tentaciones. En cada paso que damos se nos presenta una decisión constante. Cuando amamos, decidimos una y otra vez por el otro. Para aquél que nunca ha amado, esta idea suena a victimización, sin embargo, el amor responde a una vocación y como tal, produce una profunda satisfacción. Waite no es ajeno a este significado, él dice "la sugerencia con respecto a la mujer es que ella simboliza la atracción a la vida sensual que trae con ella la caída del hombre; pero está, más trabajando para una ley secreta de la providencia, que por su propia consciencia y voluntad". La virtud y la corrupción cumplen una función en el universo: propiciar la evolución del hombre hacia la consciencia de su propia divinidad.

Otra interpretación más moderna que tampoco podemos dejar fuera de este análisis, es la idea de la armonización de los opuestos. ¿Quién podría dudar que el amor coincide también con esa definición? El destino de los amantes es ser "una sola carne". Las energías opuestas, al igual que ellos, son llamadas a complementarse en un todo que da origen a la creación y a la vida.

Como vemos, quizá no sea coincidencia que la carta se llame "el enamorado" en vez de "la decisión" o "el amor", quizá su intención es abarcar todos los aspectos de esta compleja trama de las relaciones humanas que es la pareja.




martes, 4 de abril de 2017

Aconsejada a no cooperar (La ayuda invertida)


Cuando uno está leyendo el Tarot lo hace desde un lugar en que la espiritualidad toma el control. Al analizar las cartas lo hacemos muchas veces presumiendo lo que consideramos rectitud, especialmente en tiradas en las que pedimos al universo una orientación para enfrentar nuestro día. Nos parece obvio pensar que la inteligencia divina es bondadosa y justa. Esa fue también mi conclusión cuando mi Tarot egipcio me aconsejó con La Ayuda invertida.

En ella se ve a dos personas ejerciendo sus labores sobre un andamio. Una de ellas porta una especie de compás y el otro un cincel. Nos transmite de inmediato la idea del trabajo en equipo: uno de ellos mide mientras el otro talla jeroglíficos en un obelisco. El de la derecha, de pie, es activo y masculino, su energía aporte es el de la lógica y la objetividad con que mide; y el de la izquierda, sentado, aporta el lado artístico y la realización física. El número siete es la conjunción de lo divino con lo terrenal, y neptuno también nos habla de la conexión íntima entre los seres por la disolución del ego. Esta carta representa una actividad orquestada entre dos personas compenetradas. Suelo interpretar las posiciones invertidas como una resistencia a la energía propuesta por la carta, así que era muy razonable pensar que el tarot me estaba recomendando mostrarme abierta a cooperar con los demás.

Alguien muy querido me invitó a acompañarle en sus actividades. Yo acepté siguiendo el espíritu del consejo recibido. O eso creí. A poco andar hubo una pelea muy fea, y mientras discutíamos no podía quitar la imagen de La Ayuda de mi cabeza y la idea de que había malentendido el significado de la lectura. El consejo era mucho más simple de lo que yo pensaba: No lo acompañes. Pero ahí es cuando nuestros prejuicios empañan nuestra visión, porque cuando saqué la carta sí me vino a la cabeza la idea de mantener cierta distancia en las relaciones sociales, pero pensé: ¿cómo podría el Tarot recomendarme algo tan egoísta?... Obvié la sensación y busqué un significado que calzara mejor con mi idea de un consejo del Tarot. A veces el mensaje que la voz interior nos quiere transmitir es tan simple, que somos incapaces de verlo. Y si bien no pasó a mayores, siento que fue un error. Obedecer a mi intuición me hubiera dado mejores herramientas para enfrentar la situación.

Es claro que también podríamos analizar la causa de la discusión y concluir que la carta concuerda perfectamente con el conflicto por la fata de cooperación y encontrar una explicación psicoanalítica al respecto, pero mi yo interno (maestro, intuición, ´guía, como queramos llamarle) sigue repitiendo: "te lo dije, no vayas". Y siento que esa fue la lección de esta tirada, escuchar más y suponer menos.