domingo, 2 de septiembre de 2018

A ti, que consultas el Tarot


Normalmente hablamos del Tarotista, de sus necesidades, habilidades y posibilidades, pero hoy, hablaremos al consultante. Porque tú que consultas al Tarot, eres tan importante como nosotros, que leemos. ¿Cómo es eso posible si es el Tarotista quien sabe interpretar el Tarot? ¿no debiera él ser más importante? La luz que se revela en la canalización de un mensaje depende también de qué tan sincera sea tu búsqueda de respuestas. Has sido capaz de oír el llamado de tu alma y pides una guía, cosa que no es siempre fácil en un mundo donde lo espiritual es "supersticioso", o para tontos, crédulos e ignorantes. Pero te atreviste, y eso genera la hermosa oportunidad de crear una mejor realidad.
Es cierto que muchas veces te nubla la desesperación. Esa desesperación, la carencia y el egoísmo no te dejan ver que hay mucho más allá de la necesidad que sientes en este momento. Si bien comprendemos que quizás en un comienzo sólo te interese el futuro o caigas en la tentación de buscar a alguien que te diga algo fácil o bonito aunque no sea cierto, confiamos en que con el tiempo serás capaz de entender que tú tienes el poder sobre tu futuro (e incluso sobre el pasado), y ese poder es el hoy.
Porque tú, no eres un ente pasivo que viene a que le compongamos su vida. Tú eres dueñ@ de las acciones que convertirán el mundo que te tocó, en el mundo en el que realmente quieres vivir. Tú eres quién tiene la responsabilidad de abrirse al aprendizaje y al trabajo que te permitirán alcanzar tus metas; y esa decisión que es tuya y sólo tuya, define si el mensaje del Tarot se transformará en algo vivo, en algo físico y real; o, será energía desperdiciada.
Cuando tú entiendes la importancia de traer una buena disposición, y entiendes también el valor de la información que se te entrega, cada lectura es un acto mágico. Tú creces y también nos permites a nosotros desarrollarnos en nuestro oficio, porque cada vez que buscas respuestas más profundas, nos incentivas a conectar también a un nivel más profundo. Es un círculo virtuoso ¿lo ves?
No puedo cambiar tu vida, pero, si quieres, puedo ayudarte a descubrir cómo hacerlo.