domingo, 19 de enero de 2020

Codificación/ tiempo (extracto clase presencial)







Pequeñísimo extracto del audio de la clase 11 del ciclo de curso que acaba de terminar a principios de Enero. Esta clase estuvo dedicada a la codificación, un tema super importante y tan olvidado. Espero que les guste.

viernes, 17 de enero de 2020

Competencia, guerras mágicas y grupos de Tarot en facebook.

Quizá muchos de ustedes son nuevos en esta comunidad. Llevan un año, o dos o cinco en el tarot y conocen grupos como "Intercambio y Aprendizaje de Tarot Hispanoamérica" (mi maravillosa y sensual comunidad), "Academia de Tarot", "Conexiones, Tarot y Oráculos", entre otros, todos de muy buena onda y apoyo mutuo. Pero, más años hacia atrás, mis queridos contertulios, la cosa era diferente y quiero contarles un poco para que valoren las posibilidades que les dan estas nuevas comunidades, y también para llevar a algunos a reflexionar, sobre la ética de abusar de esta gente que se reúne para aprender, usándolas para resolver sus problemas sin dar nada a cambio.
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Yo empecé a leer el Tarot a mis 15, es decir, hace 20 años. Para entonces ya había experimentado varios años con la cartomancia tradicional. No parece tanto tiempo, pero en realidad gracias a la tecnología, es un mundo. Entonces internet estaba naciendo en sudamérica, no existía facebook todavía, así que reinaban los forums y algunas comunidades como starmedia o latinchat. La mayoría de la información estaba en inglés todavía, pero nos apañábamos con revistas como "Año Cero" o "Predicciones".



La comunidad esotérica era también muy diferente a como es ahora. El concepto de "tarot terapéutico" no era popular, el Tarotista era adivino y brujo si quería ser tomado en serio. Incluso los más "light" tenían que tener algún "poder". Leer las cartas era una cosa de don, y era casi imprescindible una larga línea familiar de cartomantes o videntes (real o inventada) para validarte.
Era un ambiente salvaje, me tocó participar en varias comunidades de trabajo, y la competencia era brutal. Entre ellos se daban guerras mágicas como quien dice tomarse una cervecita, en serio, se hacían trabajos mutuamente por ofensas absurdas y por estatus, ya que la venta de trabajos era algo normal, y si venía un cliente de otro colega era algo casi bien visto quitárselo. Significaba que tú eras mejor que él y eso era cool. En ese ambiente, por mi edad, me miraban con cierto desdén. Incluso teniendo la línea familiar y varias experiencias esotéricas a mi haber.

Con la maravilla que significó internet, las cosas cambiaron para bien creo yo. Comenzamos a tener acceso a mejor material, que nos permite ponernos al día con la investigación que en otras partes del mundo se da en torno al Tarot y al mundo esotérico. No fue fácil, los primeros grupos de facebook repetían la dinámica de ataque mutuo, competencia desleal y odiosidad. Les puedo contar varias experiencias: en uno me llamaron de todo por plantear que cualquier puede aprender el Tarot; de otro me expulsaron porque le caí mal a la administradora; en otro me hicieron predicciones terribles por cuestionar la lectura de una "maestra" y en otro, me tuve que ir porque por defender a una persona me empezaron a acosar perfiles falsos... costó, hay que decirlo. Todavía de hecho, quedan grupos así, me invitan cada cierto tiempo, pero me salgo porque ya tuve de eso suficiente para toda la vida. Haters gonna hate 💁

Con esas experiencias decidí crear el grupo de intercambio, con reglas estrictas y control sólido sobre la buena convivencia. Poco a poco se empezaron a abrir grupos con un enfoque más amistoso, que son los que conocen ustedes hoy. Hay una tendencia mayor a buscar unidad y comunidad, y hay también una mayor comprensión de que leer el Tarot no te hace especial ni superior a nadie. Yo me alegro mucho de ver que cada semana hay miembros nuevos que quieren aprender y crecer, que nos traen además energía y esperanza a los que llevamos más tiempo ¿quién podría molestarse porque aumenten los seres humanos conscientes en el mundo?

Por eso les hago un llamado a cuidar estos espacios, a conocer y respetar las normas de cada grupo. A esforzarse y comentar, y no solamente aparecer cuando necesitan que les ayuden a interpretar una lectura. Para ustedes quizá estos grupos siempre estuvieron allí, pero yo les digo, que se anduvo un largo camino para llegar hasta aquí. Motívense también a participar en grupos físicos, presenciales. La experiencia de aprendizaje es muy distinta, de verdad notarán la diferencia.

Iniciamos una en marzo en Santiago de Chile, les dejo link al evento y un gran abrazo.
https://www.facebook.com/events/475943476673489/


jueves, 9 de enero de 2020

38 y medio, autenticidad y zapatos chinos con olor a petróleo.

Empecé el año muy bien, con 38,5° de temperatura en cama 🙄... creo que me pasé con el trabajo espiritual y acostarme de madrugada 😅 pero el hecho es que me dijeron muchas cosas mientras estaba enferma y pensé también muchas cosas mientras estaba enferma, que les voy a contar ahora. Me dijeron que los problemas que he tenido últimamente con la garganta se deben a que no expreso las cosas como quisiera. Más allá de que me lo crea o no, es significativo que los ejercicios que hice justo antes de enfermarme tenían que ver ambos con expresar cosas potentes: Uno, contarle a mi padre, con el que no hablo hace muchos años, por qué, desde mi perspectiva, nuestra relación murió entrada mi adolescencia. Escribí una larga carta relatando todas las experiencias que me llevaron a alejarme emocionalmente de él al punto en que acabé decidiendo que su cercanía me era tóxica. Dos, escribí una disertación sobre un tema X para el movimiento católico en el que me infiltré, lo que me hizo esforzarme mucho en encontrar las palabras que no fueran irrespetuosas ni con su fe ni con la mía. He llegado a querer a esta gente. Ambas cosas fluyeron muy bien, pero no sin filtro. Está el filtro de la redacción, el estético, el filtro de "no quiero que se me malentienda" ya que son temas delicados, el filtro de "no quiero hacer daño" porque... bueno, porque no quiero hacer daño... el punto es que me di cuenta de que son demasiados filtros. Esto me abrió un nuevo trabajo para este año: autenticidad. Este tiene una sombra bien grande, porque entonces hay siempre un riesgo de que te malentiendan y de que hagas daño. Pero no decir las cosas como las sientes tampoco está bien, porque no estás dando lo que tienes para dar, estás entregando una versión light para la cual primero haces un juicio sobre el otro que no deberías hacer, como cuando la vendedora de una tienda te ofrece los zapatos más baratos, los chinos que huelen a petróleo y son feos como mentirle a tu madre, porque asume que no tendrías como pagar los más caros.

Eso, ya empecé a divagar, y no me puedo excusar en la fiebre porque ya no tengo. Les quería contar para que vean que en todo encontramos trabajo espiritual que hacer, no sólo meditando elegantemente con incienso y música new age. En la amigdalitis también está, sólo tienes que ser capaz de verlo. Un abrazo.