lunes, 19 de febrero de 2018

El mejor Tarot de todos los tiempos



Me ha tocado ver estos últimos días (y siempre en realidad) en mis redes sociales preguntas y comentarios sobre "El mejor Tarot". Entiendo que es una duda razonable entre quienes están empezando y quieren hacer las cosas bien o temen hacerlas mal. Sin embargo me sorprende que aun en estos tiempos se pueda ver tarotistas reivindicando uno u otro como "el mejor", "el más asertivo", "el que dice la verdad". Algo con lo que no estoy de acuerdo en absoluto.
El Tarot de hoy, es resultado de un trabajo colectivo de ocultistas, artistas, artesanos, académicos, cartomantes y muchísimas personas que han formulado y reformulado durante siglos conceptos valiosos para la dimensión espiritual del ser humano. Como resultado, cada Tarot creado es un contenedor y a la vez un otorgador de consciencia. Vive en él toda la información que su creador manejaba y las emociones que puso en su arte; y nos da a través de esa información la posibilidad de encontrar las respuestas propias (insight). Cada Tarot, entonces, sin importar cuan nuevo o antiguo, es un símbolo para quien se deja interpelar por él; uno que se resiste a que lo limiten, a que lo encasillen, a que lo acaparen y estanquen su desarrollo.
El Tarot en la práctica es papel impreso. Es el lector el que hace la magia, la capacidad de ver está en él, las cartas son una herramienta para que él se deje inundar por las sabiduría del universo que estuvo desde siempre en su interior y le habla a través de los símbolos. Si un tarot nos funciona mejor o peor, depende de qué tan sensible soy a determinados estímulos presentes en el mazo: algunos reaccionarán mejor a algo más abstracto o más oscuro o más luminoso o más realista o con más información sistemática o un largo etcétera. Si no tengo el mazo con los estímulos apropiados para mí, es muy posible que me cueste leer con asertividad o que me cueste siquiera aprender a leer. Pero eso no hace que el mazo sea "malo", porque con ese mismo mazo otra persona hará maravillas.
Por eso cuando te pregunten qué mazo es el mejor del mundo puedes contestar con toda seguridad ¡el mío!