miércoles, 25 de diciembre de 2019

Navidad, amor y regalos.


Feliz Navidad, queridos contertulios.
O Januka, o Saturnalia, o el cumpleaños de Newton. Me da igual, celebra lo que te haga más feliz, pero celebra ¡que la vida es corta!





Estaba yo haciendo mis cosas y me encuentro de repente con un comentario de otra tarotista que me inspiró a esta entrada. Es que esta fecha está llena de amor, magia y milagros por todas partes, en teoría, porque en la práctica está llena de stress, gastos y odio. Pero no es que esto no esté presente el resto de los días, lo que pasa es que en esta fecha se intensifica y además, el contraste con el sentido original que la fiesta tiene que tener nos lo hace más presente. Hay, como siempre que se revela caos, una sabiduría profunda que podemos usar en esta ironía:
El amor es una de las cosas que más desea la gente, de hecho debe ser sin duda el tema más frecuente en las lecturas de Tarot. El amor, es como los regalos navideños, es algo que deberíamos dar, pero que lamentablemente, acabamos siempre entregando sólo en función de lo que vamos a recibir. 

Damos porque vamos a ir a una fiesta y quedamos mal si no damos nada. O porque nos interesa que una persona nos ponga atención, nos mire bien, piense que somos personas buenas; o porque queremos que los demás vean lo exitosos que somos o al menos no vean lo mal que nos pudo haber ido. Damos para no tener problemas, para no generar conflictos. Damos para cumplir ciertos compromisos. En fin, damos, para llenar una carencia nuestra (cinco de oros) de forma egoísta, y por lo mismo, en vez de producirnos placer nos produce desagrado, angustia y nerviosismo.

Cuando uno hace un regalo con amor, en cambio,todo lo anterior no importa. Lo único que tienes en mente es lo mucho que va a sonreír la persona a la que le regalas y ese simple hecho te genera calidez en el corazón. Es algo pensado para el otro, con lo que recibes satisfacción a pesar de que no era esa satisfacción lo que buscabas (seis de oros).

El amor es lo mismo. Es para el otro, algo que te nace desde el alma basado simplemente en que te hace feliz verle feliz. Entregas lo mejor que tienes, que no se mide en valor económico sino en tiempo y cariño. Es optar por reconocer en el otro una energía divina que también está en mí, porque ambos estamos bajo su influjo y somos demostración de su existencia (los enamorados+el mundo).

Dicen que los regalos no importan, que son un invento comercial, pero no tiene que ser así, tal como el amor no tiene tampoco que ser como Hollywood o Disney dictan. Tú eres quien decide, de todas las opciones posibles, cómo se manifestará para ti la realidad, a través de la voluntad que pones detrás de tus acciones (el loco+el mago). 

El amor es un regalo, el regalo más importante que podemos hacerle a otros. Es luz, y la luz destierra a la oscuridad y el caos del mundo. Sus frutos son la realización, la unidad y la felicidad, que se comparte y contagia. Si están presentes en tu celebración navideña, entonces estás viviendo el verdadero sentido de la navidad (y de la vida), pero si no, ya sabes donde empezar a trabajar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario