viernes, 4 de agosto de 2017

El lado oscuro del sol.


El sol debe ser una de las cartas más positivas de todo el mazo. Simboliza todo lo que es alegre y luminoso, además de la protección, la energía nutritiva y fértil nuestra estrella. Sólo ganancia. Por eso es confuso cuando obtienes al arcano XIX en una posición negativa de la tirada, como lo que tienes en contra, o lo que tienes que cambiar de ti mismo para crecer. Algo no cuadra.

Pero todas las cartas del Tarot tienen potencialidad positiva, y también negativa. Todas. No hay cartas que sean exclusivamente buenas o malas, porque toda situación se juzga según su contexto. Una torre puede ser excelente si la estructura que se rompe es una relación tóxica. El diez de espadas ese el máximo dolor, pero por lo mismo, una vez tocado fondo, sólo hay camino ascendente. Asimismo esta carta, en toda su bondad, alberga un lado oscuro que tiene mucha relación con su regente, que es también el astro rey.

El sol es el dador de vida, sin duda. En la mitología siempre tiene un rol protagónico, normalmente masculino. Apolo en grecia, por ejemplo, era símbolo de belleza, juventud, virilidad y poder. Cruzaba el cielo en un carro de fuego. Sin embargo, su carácter se tornaba cruel y vengativo si era rechazado. Así representaban la dualidad del astro que es tanto una fuente de vida, como capaz de gran destrucción. Lo asociaban también entonces a la ambición, el orgullo, la arrogancia y la vanidad.

Por esa razón si el sol nos aparece en una posición "en contra", puede representar una situación en la que crees tener todo demasiado claro, al punto de la soberbia. Puede que estés olvidando una cuota sana de auto-crítica, considera que nunca somos tan maravillosos como nos gustaría. La relación numérica tampoco es casual: para avanzar hacia la plenitud, del sol pasamos al juicio, a revisar nuestra experiencia no en la luz propia, sino la verdadera consciencia que el juicio simboliza y que no nos pertenece ni gira en torno a nosotros. Si nos quedamos siempre en el sol, seducidos por la alegría y el bienestar que proporciona, nunca llegaremos a ser uno con la creación al perdernos en nuestro propio ego. Si creemos que ya sabemos suficiente, nos estancamos.

Como la luna es símbolo del inconsciente, el sol hace lo propio con la consciencia, la parte más asequible de la psique. Si tienes la carta del sol mal aspectada, puede que estés olvidando tus aspectos inconscientes, haciendo como que no están ahí, como si ya los hubieras dominado por completo y ¡espera! ese pensamiento en sí mismo es un engaño de la vanidad en el que es muy fácil caer a lo largo del camino del desarrollo espiritual, motivado seguramente por aspectos inconscientes. Una triste paradoja.

Debemos ser precavidos, entonces. Al reconocer los aspectos negativos de la carta seremos capaces de mantener un equilibrio sano entre el orgullo y la nobleza. El sol no es el fin del camino, pero es una pausa agradable. Si el Tarot te la muestra de manera negativa, ya lo sabes, quizá has sido cegado por su luz y es tiempo de recuperar la vista.

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