jueves, 29 de agosto de 2019

Cinco y seis de oros, de la carencia a la justicia

Sé que los arcanos mayores representan los grandes procesos de la vida y los menores asuntos más cotidianos, sin embargo, incluso en esa cotidianidad puede haber procesos profundos y cambios muy complejos de hacer. Este, creo yo es uno de los más significativos, especialmente en la vida sentimental. Sí, porque aunque los oros se relacionan con el mundo material y por tanto con el dinero, también representan estructuras de comportamiento, costumbres y predisposiciones prácticas ante la vida.
El cinco de oros, es representada en el mazo RWS por dos personas (leprosos, probablemente, debido a que uno de ellos lleva una campana, una señal que debían hacer sonar quienes padecían esta enfermedad para avisar a la gente sana de su presencia) pasando por fuera de lo que parece un vitral de una iglesia. Cae la nieve, y ellos van descalzos. Waite nos dice que representa "problemas materiales, ya sea de la forma que es ilustrada - pobreza- o de otra"*


Desde mi perspectiva, el cinco de oros refleja una situación de carencia. La carencia es vacío, necesidad que aspira a ser satisfecha por algo o alguien. En lo sentimental representa a la persona cuyo patrón de comportamiento es buscar que le den: felicidad, amor, contento, placer, romanticismo, lo que sea que necesite, pero desde fuera: es el otro el que tendría que saber lo que necesito, tendría que entender lo que quiero, cómo si yo le doy tanto no me da lo que quiero. Se traduce generalmente en una actitud victimizada y negativa hacia mundo.
Esto parece reafirmarse en el detalle de la campana que señala lepra. La lepra es una enfermedad cuya explicación en la doctrina hebrea (no hay que olvidar que Waite era iniciado en la kabbalah hermética) es resultado de Lashon HaRa, la mala lengua, hacer juicio negativo sobre otros. La persona que comete este pecado comulga con la energía de juicio severo y por afinidad de forma este cae sobre él.


Por eso, no queremos quedarnos en el cinco de oros. Queremos movernos hacia el seis, donde las carencias se llenan. Esta carta representa a un hombre rico que da limosna. Sin embargo hay un detalle significativo: la balanza. La balanza señala justicia, lo que relaciona este gesto con el concepto hebreo de tzedaká. Caridad, y justicia, en hebreo están íntimamente relacionados (tzedek= justicia, tzadik= justo, tzedaká=caridad), así que la caridad desde ese punto de vista kabbalístico no es un regalo, es una corrección. El justo no hace un favor, sino que cumple con lo que corresponde en el mundo. Si miramos la imagen incluso podríamos pensar ¿quién gana más? ¿el que recibe las monedas o el que recibe la satisfacción de hacer el bien?
En esta posición lo que buscamos es comprender que todos damos y recibimos incluso si no nos damos cuenta. El que recibe las monedas le da al justo la posibilidad de cumplir con la ley, y el que da las monedas le da al otro la posibilidad de comer otro día. Tu pareja (o cualquier persona con la que te relacionas) te da algo, consciente o subconsciente, o no estarías con esa persona porque no le necesitarías en lo más mínimo. Piénsalo. Quizá no es lo que tú necesitas que te de o no es lo que crees que mereces (¡cuidado con ese razonamiento, pero lo abordaremos otro día!) no obstante, poco o mucho, es lo que esa persona tiene para dar. Si no te sirve, en vez de ponerte en una situación de carencia que te hará más infeliz, muévete hacia el siete de oros: cosecha los frutos (experiencias y aprendizajes) y avanza. Y no olvides agradecer, que cada fracaso presente es cimiento para el éxito futuro.

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