miércoles, 14 de agosto de 2019

La peor carta de todo el mazo

Suele suceder cuando uno está con un consultante, que al mirar las cartas puede asustarse por como lucen algunas. Lo más común: con la muerte, el diablo, el diez de espadas. Cartas con mala fama, pero que en realidad es injusta, o más bien refleja una comprensión inmadura de la narrativa del Tarot.

Una de las cosas que más cuesta desarrollar en la lectura es el cómo los significados de una carta se conectan con la del lado de manera "correcta". Cuando uno comienza en la lectura, es frecuente que comience memorizando significados estandarizados, dados por algún autor que nos guste. No obstante, en la medida en que ganas experiencia te das cuenta de que esos significados no siempre parecen tener sentido. Este punto de inflexión que aparece en la vida de todo tarotista, muchas veces tiene que ver con la concepción dual de las cartas, que en realidad refleja también una concepción dual de la vida:





"¿Por qué me sale esta carta "mala" en medio de estas cartas "buenas"?"

La respuesta es simple: ni unas son buenas ni la otra mala. Conviene evitar hacer juicio sobre las cartas a priori, déjalas que te cuenten la historia tal como les parezca y deja el juicio moral para después.

El diablo representa el deseo animal del hombre. ¿Es este "malo" per se? No. Bien puede estar simbolizando una sexualidad satisfactoria, o la capacidad de generar dinero, o un momento en el que te consientes un poco luego de una etapa de haber consentido a otras personas excesivamente. Lo mismo con respecto a la muerte ¿es buena? no si lo que quieres es estabilidad, pero si estás estancado y necesitas algo nuevo ¡maravilla del Señor! ahí viene el cambio que quieres. El diez de espadas puede ser una excelente carta si llevas mucho tiempo sufriendo con una situación, porque significa que al fin se acaba ese dolor, y ya cuando llegas al fondo sólo hay camino hacia arriba; pero claro, si lo que deseas es que esa pareja continúe, no te gustará que te salga.

Y no pasa sólo con las cartas que implican dolor. También sucede con cartas consideradas "buenas", como el sol. Tengo un artículo solito para esta carta aquí

En resumen: El contexto lo es todo.

Lo que determina finalmente si las cartas son "positivas" o "negativas", es en realidad como el consultante interpreta la situación que le toca vivir. Nuestro deber en ese caso, es entregarle las herramientas que estén a nuestro alcance para que su percepción sea constructiva y le permita sacar partido de todas las experiencias, incluso de aquellas que se oponen a sus expectativas y deseos, o aquellas en las que le toque enfrentar dolor.

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